miércoles, 21 de octubre de 2009

Ya podéis estar contentos

Desolados estamos los esteponeros al conocer la horrenda noticia: Vía Montesinni, el decumanum de nuestra localidad, va a tener que ser levantada en su totalidad para solventar los casi imperceptibles desperfectos que, dicen los malintencionados más contumaces, siembran la calle Terraza. Y no lo entiendo. Con una ejecución que ya quisiera para sí el mismísimo Augusto para su vía la calle Terraza ofrece una imagen impecable,  moderna y amena a la vez. El tipo de adoquinado está inspirado en la popular  muralla china, por lo que si este monumento ha perdurado por los siglos de los siglos, amen, por qué no lo va a hacer la calle más emblemática del pueblo. Vale que podemos encontrarnos alguna arenilla desprendida cuando llueve, o que existan algunos bachecillos en ciertos tramos, o que falten ya más adoquines que los que ocupan su legítimo lugar. ¿Qué importancia tiene que la iluminación no sea la más adecuada o que las aceras sean una pista de patinaje cuando caen tres gotas? Los que desde el principio de las obras se quejaban de los materiales y auguraban el desastre, esos retorcidos maniqueos, estarán tranquilos. Ya os habéis salido con la vuestra: la calle Terraza volverá a estar en obras.Calle Terraza 2

Pero lejos de saciar su sed de venganza quieren cubrir de oprobio el buen nombre de nuestra localidad pidiendo responsabilidades, ¡Dios bendito!, a quienes ordenaron, diseñaron y ejecutaron las mencionadas obras faraónicas de la calle Terraza. Y ya pueden imaginar qué nimiedades utilizan  como argumentos: los tres millones de euros que costó la obra, los brazos rotos de  los que patinaron en la acera, los adoquines que faltan, los baches…¡Insensatos: vivimos en España!  Aquí nadie asume responsabilidades. ¿Quién, a su malsano juicio, deberán hacerse responsable de los platos rotos? ¿la empresa constructora, los técnicos o  acaso osan pedir la cabeza de don Rafaé, el hombre que pasó de alcalde a imputado, de varón del PA a expulsado del partido en tan corto espacio de tiempo?

De confirmarse la noticia del comienzo de las obras tampoco será cosa de rasgarse las vestiduras, nos imaginaremos que estamos en el colegio y, ya se sabe, si algo no está del todo bien, se arranca la página y comenzamos de nuevo, ¿qué más da? si ya nos dijeron que el dinero público no es de nadie y al fin y al cabo hemos comprobado que nuestros impuestos no llegan a las empresas que prestan los servicios por los que el ayuntamiento los cobra…

Dicen los sibilinos que los comerciantes tampoco verían con buenos ojos las nuevas obras, está claro que no piensan en la publicidad que genera unas  calle en obras o la de puestos de trabajo que pueden crear para limpiar de polvo y suciedad sus respectivos negocios. Estos envidiosos ya no saben qué inventar. Comentan en cafés y tertulias de dudosa calidad y peor gusto que los ciudadanos no lo tolerarán, que saldrán a la calle o pedirán que se ajuste las cuentas a los responsables. Pero qué ilusos. Los esteponeros son como ese pan de molde tan publicitado: “lo aguantan todo”. 

1 comentario:

  1. De verdad que es todo una indecencia !!!!!!!

    de los 25 concejales de Estepona, se cuentan con una mano los que estarian al mando en una empresa privada.

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